Algo de lo que no conozco todavía

Algo de lo que no conozco todavía

Cabeza abajo en una posición invertida, en desorden mis pensamientos se deslizan por mi mente. Como los créditos de una película los dejo pasar sin detenerlos hasta que desaparecen por completo. Comenzar el día en movimiento me despabila, me limpia y me conecta. Salgo de la postura y entro en la siguiente. La ansiedad, esa vieja amiga conocida, me acompaña en este primer día.

Avanzo una pierna como si diera un gran paso y con firmeza deposito mi peso sobre ambas. El ansia de no saber hacia donde voy es como un motor que me empuja a continuar. Es mi manera de funcionar, ahora lo sé. Nunca presiento con claridad hacia donde me llevan mis impulsos, pero siempre termino por llegar a algún lugar.

En una respiración profunda que acompaña mi siguiente movimiento, una sensación de aplomo se superpone a la inquietud, como si el hecho de ser consciente de no tener ninguna certeza fuera la única necesaria para sostenerme y sentirme en libertad.

Una nueva creación se pone en marcha, el espacio está vacío como una hoja blanca, palabras y movimientos danzan a su alrededor. Me sumerjo en algo que no conozco todavía, pero que descubriré. Como dice Marguerite Duras, si supiera algo de lo que se va a escribir antes de hacerlo, antes de escribir, ya sea con palabras o movimientos, nunca se escribiría.

Cuando te vas yendo

Qué importa que en apariencia permanezca ahí
El cuerpo
Lo cierto es que está y mi alma se agita
Sale
Las paredes caen vencidas
Se aleja
Libre y ágil
Atraviesa la ciudad
Continúa más allá
Elevándose
Se zambulle hacia arriba
Más allá de las miradas
y luego emerge
Como entre sueños
Ligera
De lugares no posibles
Aún no posibles
Mas que surgirán
Flotando
Ondulante
Las miradas me sostienen de un hilo
Como a un volantín
Testigos del cuerpo
Vuelo

Si la posibilidad de elevarse atraviesa mi cuerpo
Si esa posibilidad resuena
Es porque alguna cosa semejante al vuelo se estremece dentro de mí
Aquí estoy
De vuelta en el cuerpo
Me sorprendo ante el espejo
Apenas puedo creer que tengo límites

Otras veces

Otras veces

Otras veces

 

A veces el tiempo avanza sin hacer ruido y yo engrano en él sin mayor dificultad. Mi espíritu es ligero y se entrega al día sin resistencias, sin preguntas sobre el sentido de las cosas, de cada uno de mis actos, de cada palabra dicha o no dicha. En los días como esos, mi presencia desborda el espacio que habito, la energía palpita en mi cuerpo y la palabra intensidad está por todas partes.  Pero otras veces, aunque todo tiene la misma forma y ocupa el mismo espacio, aunque todo sigue igual en apariencia mi espíritu agitado en modo “todo es demasiado y nada es suficiente” se arrastra a lo largo del día sin encontrar sentido en el tiempo que pasa.

En este instante

Ahora
En alguna parte
Una gota de agua golpea contra una ventana
Ploc
Y en el mismo momento en otro lugar
Una mujer abre los ojos
Una pareja termina extasiada al borde de la cama
Mmmu
Una vaca se detiene en medio del camino

En el mismo instante
Los ojos de un gato se encandilan en la noche
Una araña surge por un desagüe
Y en alguna otra parte
Bajo el sol del medio día
Una bandada de pájaros cruza la mirada de un niño
Un semáforo pasa a rojo
En ese mismo instante
Un hombre golpea su despertador
Buenos tardes dice un anciano
También más lejos
Una gallina pone un huevo
Y alguien es perseguido
Todo confundido

Y en el mismo instante
Para todos
Implacable
Las agujas del reloj avanzan
Tic tac
Mientras hacen el amor
Mientras abre los ojos
Mientras pone un huevo
Tic tac
Para todos
El tiempo
Sigue avanzando

Pero llegará el momento
Sí llegará el momento
que el tiempo avanzará
sin hacer ruido
tan solo avanzará
sobre todos los instantes
simultáneamente
como ahora
igual
pero yo en mi instante
yo no lo sentiré
porque lo que viva será más grande
tan grande como tener alas
como la suspensión de un orgasmo
Será tan grande que me rebasará
no habrá espacio para saber del tiempo
Me crecerán las alas
Sí, me crecerán las alas
Y todo será
Finalmente
Todo Yo será
Finalmente

Claudia